La nueva era de RRHH post-COVID

Para nadie es un secreto que las relaciones laborales son algo complejas. Como organización tienes que cumplir con ciertas expectativas, por ejemplo: manejar una crisis ya sea interna o externa, lograr una comunicación bidireccional con los empleados o supervisar el desempeño de la organización; y como colaborador tienes que cumplir con los objetivos planteados, colaborar para mantener un buen clima laboral, entre otras.

Pero, ¿qué pasa cuando hay una adversidad o crisis? 

El año pasado vivimos una de las situaciones más difíciles ya que nadie estaba mentalmente preparado para los cambios que enfrentamos, a partir de esto, las organizaciones y los colaboradores empezaron a escuchar más el término de resiliencia laboral. 

Este concepto hace referencia a la capacidad de cada individuo de sobreponerse a las situaciones de crisis o adversidad de una manera positiva, controlando sus emociones y logrando enfrentar los retos con un buen resultado. 

¿Por qué es importante tenerla? 

Las organizaciones que cuentan con resiliencia ven las adversidades como una oportunidad y están conscientes de que el mayor recurso que tienen es el talento humano. Por otro lado, los trabajadores que cuentan con esta característica suelen adaptarse más rápido a los cambios, se enfocan en el presente, saben controlar sus emociones, fomentan el buen clima laboral y siempre ven el lado positivo de las situaciones. Si la organización y los trabajadores cuentan con esta característica podrá ser mas fácil sobrellevar las situaciones de tensión y poder salir más rápido de la adversidad. 

Es fundamental destacar que la resiliencia no es un don con el que nacemos, es algo que debemos trabajar día con día, por eso para convertirnos en personas resilientes podemos seguir estas recomendaciones:

• Cuidar la salud física y mental. Éstas son importantes para desempeñar tu trabajo de buena manera, por ello es importante dormir al menos 8 horas y satisfacer todas las necesidades básicas.

• Aprender a manejar emociones. No dejes que las situaciones de enojo y estrés se apoderen de ti, identifica los pensamientos negativos que surgen y modifícalos por aspectos positivos. 

• No tomar nada personal. A veces las personas sólo están pasando por un mal día y sus comentarios o acciones no son contra ti, aprende a lidiar con este tipo de situaciones y úsalos para cultivar nuevas habilidades. 

• Fomentar el buen clima laboral. Tener una buena relación con tu equipo de trabajo es fundamental para aumentar la productividad y lograr los objetivos, esto no sólo ayudará a cumplir mejor con las tareas, sino también podrán genrarse redes de apoyo para enfrentar retos y dificultades. 

También es importante que las organizaciones brinden un espacio laboral saludable y estén supervisando cada problemática que se llegue a presentar con los equipos de trabajo, pues esto permitirá crear un ambiente de apoyo, confianza y apertura a la comunicación, aspectos indispensables en el desarrollo de la resiliencia. 

 

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