Brecha generacional, ¿cómo afecta en la organización?

Con los avances tecnológicos que se van presentando y con la vida laboral en aumento, ahora en las organizaciones encontramos hasta cuatro generaciones trabajando mano a mano: tenemos a baby boomers, generación X, millennials y centennials.

Mientras algunos nacieron cuando el internet aún no era una idea, otros llegaron a vivir los cambios más drásticos de la tecnología e incluso hay quienes “nacieron con el celular bajo el brazo”. Debido a los diferentes contextos que cada generación tuvo, algunas veces enfrentar la brecha generacional en las organizaciones resulta algo complicado.

Esta brecha se puede convertir en una gran oportunidad o un obstáculo para el éxito y la obtención de los resultados esperados, todo dependerá del liderazgo que exista en la organización y del interés de cada uno de sus miembros por aprender y reaprender en el camino.

Algunas veces los conflictos se deben a puntos de vista negativos ya que según estudios realizados, el 70 % de los ejecutivos mayores menosprecian las habilidades de los más jóvenes tachándolos de impacientes, poco profesionales y narcisistas. Asimismo, casi el 50 % de los empleados asegura que los jóvenes no valoran las habilidades de sus compañeros mayores.

Al final, la edad resulta ser sólo un número y no tendría que relacionarse con los objetivos cumplidos, por ello es importante que las organizaciones establezcan diferentes dinámicas teniendo en cuenta las necesidades generacionales de sus trabajadores.

A continuación, mostramos algunas acciones para aprovechar al máximo la brecha generacional:

  • Adiós prejuicios

Es conveniente que los trabajadores entiendan que la generación es una ventaja, no un problema y que la edad no es motivo para definir o limitar las capacidades de una persona; si bien es cierto que cada generación es influenciada por el contexto social en el que vive, no significa que todas las personas nacidas durante ese periodo serán iguales. Por esto, los trabajadores deben estar abiertos a la tolerancia, convivencia y retroalimentación.

  • El liderazgo es la clave

Como mencionamos, la actitud de los trabajadores es importante; sin embargo, la repartición de tareas es otro punto que puede hacer la diferencia. Un líder debe de ser capaz de conocer las fortalezas generacionales, pero también las personales y de acuerdo a ello podrá armar equipos de trabajo que se acoplen mutuamente.

  • Flexibilidad

La organización y sus colaboradores deben entender que los tiempos han cambiado, por ello el área de recursos humanos y cada uno de los jefes deben identificar las motivaciones e intereses de sus empleados para ofrecer esquemas que permitan una mayor satisfacción de acuerdo a lo que se busca indistintamente de la edad: estabilidad,  home office, horarios flexibles, salario emocional, entre otras.

Es importante recordar que los prejuicios dañan las relaciones interpersonales y el ámbito laboral no es la excepción, por ello hay que brindar la oportunidad de que todos puedan continuar desarrollándose profesionalmente. 

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